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CON CARIÑO PARA TI.

jueves, 1 de marzo de 2018

FUERTE HISTORIA DE VIDA DE UNA PREADOLESCENTE.... CAROLAINE. PRESA EN EL INFIERNO DE LA VIDA... 1ª PARTE..


 A veces veo con asombro a las personas que lloran y 
se lamentan por los sufrimientos que están pasando, y 
cuando leo los motivos por los cuales dicen padecer 
me doy cuenta que muchas veces son solo problemas 
 económicos o cosas rutinarias, que perdieron un amor 
y otras situaciones   similares.
 Esto me a hecho meditar y me motiva a escribir parte 
de mi vida para que cuando tengan problemas o enfrente 
una tempestad no caigan en depresión y se dejen caer 
en abismos infinitos, sin dar la pelea y luchar por salir 
 adelante... aunque sea difícil,  pero con paciencia y 
fortaleza se logra, aún mas con fe en Dios.
 Recuerdo que tenía doce años, aunque todos pensaban 
que tenía quince o más, porque era muy alta para mi edad, 
y vivía feliz con mis padres y  mis tres hermanos, el menor 
Juan Andrés tenía dos años,  seguía Elizabeth 
 con cinco, Cristina con ocho años y yo Carolaine, con 
doce años.

 Mi padre trabajaba dos turnos para que nada nos faltara, 
mi madre trabajaba duro en la casa y además, vendía 
cosméticos a todas sus amistades, los dos siempre fueron 
muy unidos y cariñosas con nosotras,  hasta ahí todo era 
felicidad...nuestras vidas eran un paraíso.
 La casa se hizo pequeña por lo que mi padre comenzó 
hacer una  ampliación, lo que el deseaba era construir dos 
dormitorios mas para nosotras, hasta ahí todo iba bien, 
estábamos muy felices porque tendríamos mas intimidad, 
mas independencia, eso decía Cristina.
 Mi padre contrató unos maestros para este trabajo, los 
cuales comenzaron un día lunes... Yo los veía midiendo y 
entrando el material, durante los siguiente días iba todo 
normal mi  madre les preparaba almuerzo y bebidas, 
para que se sirvieran en el tiempo de descanso  mientras
 trabajaban...Mi padre mientras tanto trabajaba y mis 
hermanas iban al colegio en la tarde, y yo iba en la 
mañana.
 Solo quedaban, Juan Andrés y mi madre con sus 
labores en casa, bueno y los trabajadores... José Luis, 
que tenía como veinte años Ricardo como cuarenta 
años.
 Recuerdo que hubo un amago de incendio en el  colegio 
y  tuve que volver a casa, mi madre se asustó y se 
sorprendió, se puso muy nerviosa,  pero una vez que se 
enteró que no era nada grave, quedó tranquila y como 
aún era temprano me fui a dormir un rato...   Estaba  
quedándome dormida, cuando sentí voces  en el cuarto 
 de mis padres, me levanté para saludar a mi padre  la 
puerta estaba semi cerrada, miré por entremedio y se 
me vino el mundo encima... no era mi padre quien estaba 
ahí con mi madre... era el  maestro Ricardo, que se 
suponía que estaba trabajando en la ampliación de la 
casa, la verdad es que no entendía nada y no sabía que 
hacer, fui a la cocina a tomar agua y entró José Luis, el 
otro maestro y me preguntó porque lloraba, no me atreví
a decirle porque estaba asustada, sentía 
 una tremenda angustia, quería morirme de rabia de 
verguenza y de tristeza por lo que le estaban haciendo 
a mi padre.  
 José Luis me abrazó y me decía que todo iba estar 
bien, y que me tranquilizara.  
 Comenzó hacerme cariño y decir que no llorara que todo 
estaba bien, y mientras me dirigía  al dormitorio el me 
seguía tratando de consolar.
 En ese momento.... oímos ruidos y voces que venían del 
otro cuarto, su mirada y respiración cambió y me dijo  
que todo era normal que el hombre y la mujer a veces 
se sienten atraídos el uno al otro y cuando están juntos 
se abrazan se hacen cariño y otras cosas que no entendía. 
 La verdad es que estaba desconcertada, aturdida, 
asustada, y solo deseaba llorar: José Luis me abrazó 
comenzó  a decirme que era linda, y yo estaba tan aturdía 
con lo de mi madre que solo atiné a refugiarme en el, lo 
abracé y me deje  llevar.
 Cuanto tiempo pasó, la verdad es que lo ignoro,  en un 
par  de horas había entrado en un mundo aterrador y 
desconocido para mi y lo mas paradójico,  es que José 
Luis, seguía diciendo que todo era normal y un montón 
de tonteras mas que no entendía, y me decía que no le 
contara a nadie, menos a mi padre, porque si el se 
enteraba.... nada de raro que los matase a los dos y
 terminase en la cárcel, y mis hermanas y yo 
 quedaríamos solas o en un orfanato.
 José Luis se fue a trabajar en la ampliación y yo quedé 
 llorando en silencio y pensaba como le digo a mi padre 
lo que ha sucedido, como hago para que no vuelva a 
ocurrir, si no hubiese vuelto del colegio a lo mejor no me 
habría enterado.
 Mi madre me llamó a almorzar y le dije que no me sentía 
bien y que después almorzaría, entonces llamó a los 
maestros para que almorzaran en una mesita que había 
bajo un alero en el patio... miré por una rendija de la 
ventana y me di cuenta que esto no era solo de hoy...
 En la noche llegó mi padre, y mi madre con gran cinismo 
le hablaba y abrazaba como si nada hubiese pasado en  
el día. 
Estuve tentada de decirle a mi padre lo sucedido, pero 
me faltó valor, porque cuando le iba a contar se me 
vinieron a la mente todo lo que José Luis dijo..... y yo a 
mi padre no lo quería perder.

 Ese día fue el inicio del infierno para mi padre, mis 
 hermanas y para mi, especialmente para mi, que tenía 
 que seguir viviendo con esa horrible situación, además 
 los remordimientos y temor de no poder contar todo lo
 que estaba pasando, y el temor que mi padre se enterase 
 y sucediera lo peor.
 No pasó mucho tiempo que mi padre se enterase, ya que
 ella misma le contó que se había enamorado de Ricardo, 
 y que no podría vivir sin el.
 Mi padre enloqueció de tristeza, decepción  y de ira, no 
 lograba comprender que esto estuviese ocurriendo, se 
 encerró en el cuarto de baño, y me asusté mucho porque 
 estuvo mucho tiempo ahí, fue la primera vez que lo sentí 
 llorar, fue tanta mi tristeza que lloré toda la noche.   
 Cuando los maestros se enteraron que mi padre ya 
sabía todo, desaparecieron y yo lo único que deseaba 
es que todo volviera a la normalidad, lo que nadie sabía 
era lo que me había sucedido a mi aquel día, ya que con 
todo lo que mi padre estaba sufriendo, decidí callar y 
fue un terrible error.
 Ya nada era igual, mi padre pasaba silencioso y se le 
veía muy triste.

 Pasaron unos meses y avisan del trabajo de mi padre 
que había tenido un accidente por una falla humana en 
una de las máquinas que el operaba.
 Fue de los dolores mas grande que he tenido en mi vida, 
deduje que su mente y pensamientos deben haber 
estado muy lejos de su labor.

 Un par de meses después que a mi padre lo sepultaron, 
 mi madre recibió bastante dinero por una póliza de 
seguro de la empresa donde trabajaba mi padre.
 Mi madre con el pretexto de juntarse nuevamente con el 
 maestro Ricardo, decidió reiniciar la construcción de la 
 ampliación, pero antes que los mandara a buscar, le 
conté a mi madre lo que me había sucedido el día que 
regrese antes del colegio, le conté con detalles y todo, 
para que no cometiese ese error, me miró, no se si con 
espanto, o con odio, porque su mirada se tornó muy 
agresiva, pero no por lo que me había sucedido, sino 
porque estaba haciendo fracasar sus planes, de nada 
sirvió que le hubiese contado, porque igual los fue a 
buscar, y al otro día ya estaban nuevamente trabajando.
 Cuando estaba en el colegio me imaginaba todo lo que 
 estaba pasando, pero ¿Qué puede hacer una niña a esa 
 edad para cambiar la situación?... y sin tener alguien en 
 quien verdaderamente confiar?. ¿Si la persona mas 
 importante para mi, me había fallado?... ¿Y cuando era 
ella la culpable de todo este infierno?.
 Cuando estaba en casa trataba en lo posible, pasar el 
 máximo de tiempo en mi cuarto, para no verlos, una 
 porque al maestro Ricardo lo odiaba por ser causante
 junto a mi madre de todas nuestras desgracias y n
 deseaba toparme con ellos. 
 Pasaron un par de semanas y mi madre hizo un cena 
en donde estaban los maestros...Mi madre, mis hermanas,  
yo.  
 Me quise quedar en mi cuarto, la verdad es que tenía 
miedo de mi, por lo que estaba sintiendo por José Luis, 
porque debo confesar que la primera vez que lo vi 
entrar y ver lo lindo que era, me gustó mucho, además 
que yo era bastante alta igual que mi padre y también 
que  estaba en la pre adolescencia, 
que es cuando todos son sueños e ilusiones... es 
cuando una empieza a creerse grande, y con mayor 
razón con lo que ya había sucedido entre el y yo... 
ese era mi gran temor, pero mi madre no me dejó. 
Estábamos en la mesa y mi madre decía que deseaba 
terminar pronto la ampliación ya que necesitaba 
urgente los dormitorios para nosotras:  lo que había 
sido una felicidad, ahora no me interesaba, ya que 
sabía que todo en ella eran planes para sus propios 
intereses.

 Cuando terminamos de cenar, llevé a mi hermano y 
 hermanas  al dormitorio, y cuando me iba a acostar 
junto a ellas, mi madre me llamó para que le ayudara 
a recoger la mesa y mientras ella ponía música,  los 
maestros abrían botellas de licor.
 Yo quería ir a dormir pero mi madre no me dejaba, quería 
que estuviera ahí y que bailara igual que ella con los 
maestros, yo la miraba y pensaba, como no le importa 
todo lo que a sucedido si a mi padre no hace nada que 
 lo sepultamos.
 Ella empezó a bailar con su enamorado y yo tuve que 
bailar con José Luis,  miraba a mi madre como se besaba 
sin ninguna  vergüenza, ni preocupación por mi, ni por 
nada.
Mientras bailaba, el maestro me quiso abrazar y yo le dije 
que no, y el insistía... le dije a mi madre y ella se reía y 
decía que lo pasara bien, que no fuera aburrida, que la 
vida era muy corta y que no le echara a perder la noche.
Tenía sentimientos encontrados, si bien por José Luis 
sentía cosas, el ver a mi madre actuar así, y mas aún con 
los recuerdos de mi padre en la mente, me daban deseos 
de  huir de ahí. 
 ¿Pero a dónde?... si no tenía contacto con la familia, y 
además estaban mis hermanas, no las podía dejar solas, 
así que no me quedó otra que seguir en esa situación, 
ella terminó en su cuarto con Ricardo, y yo con José 
Luis. 
 A contar de ese día, no se movieron mas de la casa y 
como si fuera poco.... trajeron dos maestros mas para 
terminar rápido el trabajo, lo que consiguieron ese fin 
de semana.
 Como estaba todo listo, mi madre dejó un dormitorio 
para  mi y el otro para mis hermanas... yo quería 
compartir mi cuarto con  una de mis hermanas, pero 
mi madre no quiso, y después supe que... José Luis
antes había hablado con mi madre para quedarse en 
mi cuarto. 
 José Luis tenía una novia y la dejó, porque decía 
que estaba  enamorado de mi.
 La noche en que terminaron de construir los cuartos, 
otra vez  llenaron la mesa de licores y pusieron música
 para bailar, ahora tenía mas miedo que antes porque 
estaban los otros maestros que no conocía, y mi 
madre estaba muy buena para tomar licor y hasta las 
drogas le estaba haciendo, lo que mas me
 preocupaba eran mis hermanas y mi hermano que 
estaban solas en el cuarto, y mi madre con alcohol 
y drogas no sabía ni como se llamaba. 
 José Luis me decía que no me preocupara porque 
el estaba ahí para protegernos de cualquier cosa, 
estuvimos bailando  hasta que mi madre y Ricardo 
se fueron a su dormitorio, y en la sala quedé con 
José Luis y los maestro que ya estaban bastante 
pasados de alcohol, José Luis les pasó el cuarto 
que tenia antes yo para que durmieran, y yo me 
fui a mi cuarto con José Luis, según el, yo era su 
novia y me iba a cuidar y esperar para casarse 
conmigo, por lo menos estando el aquí me sentía 
 mas segura, yo y mis hermanas.

 Estaba durmiendo cuando sentí el llanto de mi hermano 
y hermanas, ingrese rápidamente al cuarto de ellas y ahí 
estaban esos...tratando de aprovecharse de mis hermana, 
 tomé un fierro para golpearlos y José Luis, los hecho a 
la calle, y yo me fui a dormir con mis hermanas.
 Al otro día hable con mi madre de lo ocurrido ya que en 
las condiciones en estaba no se dio cuenta de nada, la 
respuesta que dio me pareció increíble, aunque a esa 
altura ya no había  nada increíble que viniese de ella: 
estas fueron sus palabras textuales;  ellos no van a 
entrar mas a esta casa, así que no hay de que 
preocuparse.
Ese día no fui al colegio sentía vergüenza de salir a la 
calle, porque cada vez que salía las vecinas me llamaban 
para hacerme preguntas, las cuales siempre evadía por 
temor vergüenza.
 Al día siguiente si fui al colegio porque de lo contrario 
me vendrían a buscar, ya no soportaba mas esa situación 
de temor, no tanto por mi, sino por mi hermano y mis 
hermanas que quedaron aterradas.
 Cuando estaba en clases no lograba concentrarme.... 
ya que la tristeza me ahogaba, pensaba en mi padre que 
siendo un ser tan especial, único diría yo, porque era un 
ser perfecto y tuvo tan mal pago, a veces pienso que por 
eso Dios se lo llevó,  porque no merecía sufrir tanta 
maldad y engaño, y antes que cometiera algún error Dios, 
prefirió llevárselo.
 Mientras pensaba todo eso, la profesora me estaba 
hablando y me tuvo que mover para que reaccionara, en 
ese momento la profesora me llevo al patio, y empezó a 
indagar que me   estaba sucediendo desde ya hace un 
tiempo... porque había   cambiado tanto, porque estaba 
tan triste...
 Quise ahogar el llanto y ocultar la pena, quise mostrarme 
 serena, quise hacerme la fuerte y mostrarme indiferente, 
 pero ya no soportaba mas y las lagrimas fluyeron  como 
 si se hubiese roto un dique... y me abracé a mi profesora 
 y lloré, cuanto no lo se perdí el sentido, cuando desperté 
 estaba en la oficina de la directora y un paramédico me 
 estaba atendiendo, pasó como una hora y cuando ya 
 estaba mas tranquila... la profesora, una sicóloga, mas 
 la directora.... con mucha ternura iniciaron nuevamente 
 la investigación, ahora con mas cautela para que yo me 
 pudiese desahogar, entonces me di cuenta que esa era
 la gran oportunidad de escape a esta pesadilla, y que la 
 única forma que mis hermanas estuviesen seguras...era 
 contar todo, y fue lo que hice, las caras de incredulidad 
 y asombro es algo que quedó grabadas en mi mente.
 Pasó un tiempo bastante largo en que la psicóloga me 
  explicaba que la situación que estaba viviendo era muy
 anómala, ya que estaba perdiendo de vivir las etapas de
 vida que correspondía a mi edad, y que mi vida y la de 
 mis hermanas...  de ahora en adelante cambiarían y que 
 ella se iba a encargar de todo. 
 En ese momento entran varias policías y lo único que 
 me preguntaron, es si todo lo que había dicho era real y
 lo confirmaba, que si todo había sucedido como lo había
 contado, y yo afirmé que si.

 Con esa declaración, llegaron a mi casa y se los llevaron 
todos preso, incluyendo a mi madre... en ese momento 
sentí un gran alivio,  sentí un descanso al sentir libre y 
seguro a  mi hermano y hermanas, cuando se llevaban 
José Luis sentí tristeza, por lo que sentía por el, y 
porque no era malo, solo que se encontró con una
situación que no supo separar entre los sentimientos 
y lo ilegal, porque el igual se había enamorado de mi 
y había estado haciendo planes para el futuro, pero 
ante nada estaba el amor por mis hermanas y su 
seguridad,  además que  sin saber, sin darme 
 cuenta, y guiada por los acontecimientos... me 
estaba saltando una etapa de mi vida que tarde o 
temprano me iba a reprochar, porque seguía siendo 
una niña, quizás apresuré mi madurez por las 
circunstancias vividas y por ser la mayor de mis 
 hermanas a quienes traté siempre de proteger.

 Llegó parte de la familia, tanto de mi padre, como de 
mi madre, a los que hacía bastante tiempo que no veía, 
ya que mi madre cuando empezó a cambiar, rompió 
relaciones con todos ellos y no dejaba que se 
acercaran a la casa, ni a nosotras.
 Ahora se iniciaba otro dilema, otra preocupación, 
con  quienes iríamos  a vivir y si estaríamos todas 
untas, lo que era mi sueño...
 Por lo extenso del texto de esta historia de vida 
me he visto en la necesidad de publicarla en varios 
capítulos por lo que los invito a esperar los capítulos 
siguientes donde la protagonista de esta historia 
nos narra la continuación de esta pesadilla, la 
 continuación de este infierno de vida, que la 
mantuvo atrapada en los momentos en que se 
encontraba mas indefensa, como son: la niñez, pre 
adolescencia y adolescencia.
 Esta historia de vida es bueno que la lean en 
familia, para que reflexionen y protejan, lo que 
tanto aman; como son el hogar. los hijos y la 
familia. 
 No hay que olvidar que cuando un espejo se rompe, 
nunca vuelve a reflejar lo mismo, a menos que la 
familia se entregue a Dios, y dejen que Él, actúe en 
sus corazones conforme a su  
voluntad, solo entonces renacerán y tendrán una 
nueva vida para enfrentar  y vencer los difíciles 
caminos de la vida.
 Las imágenes fueron sacada de internet por lo que no 
 tiene relación con la protagonista de este historia.

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